Información sobre las obras


Resistencia al olvido. After Irene #1.
Autor: Rubén Díaz de Corcuera
Medidas: 74,5 cm. x 60,5 cm.
Técnica: Pluma, bolígrafos y rotuladores negros perfumados sobre cartulina.

Presentación de la obra por el artista:

Se trata de un dibujo hecho con pluma, rotuladores y bolígrafos, todos los utensilios de grafismo fino y color negro que pude encontrar por casa al inicio del confinamiento. El soporte es una cartulina blanca de 74,5 x 60,5 cm. La idea de emprender este proyecto “plástico” surgió al poco de comenzar el encierro forzoso, la cuarentena. Quería dedicar algunas horas al día a trabajos manuales, evadirme labrando una tupida maraña de líneas negras, obliterando completamente una superficie blanca. Si no he conseguido colmar toda la superficie ha sido por muy poco. Como iba agotando los recursos no me quedó más remedio en cierto momento que alargar la vida de los marcadores mediante el truco casero de ir añadiendo colonia, el único alcohol a mi alcance. La siguiente decisión fue utilizar con cada rotulador, una fragancia distinta. Frascos de colonia infantil en desuso. De ello ha resultado una obra con exceso de buen olor, casi fétida. Pero, por otra parte, bien desinfectada. Me temo que las fotografías no pueden hacer justicia a la colusión de este olor empalagoso con el vibrante negro, los apretados arabescos negros de brillos cobrizos que ocupan el plano.

La obra se expone en un rellano de la escalera de mi bloque de viviendas, en el último piso, circunstancia que ha sido debidamente comunicada al resto de los vecinos mediante anuncio en el tablón comunitario.


¿Autocuidado? -No, gracias.
Autora: Natalia Albeniz
Medidas: 26 x 20 cm.
Técnica: Rotuladores, bolígrafo y grafito sobre papel de dibujo DIN A5.

Presentación de la obra por la artista: Una de las cuestiones sobre las que se ha hablado en esta situación forzada de confinamiento es el autocuidado, difícil y a la vez necesario. El autocuidado implica hablar con una misma, se podría decir que es una forma progresiva de autoconocimiento, y eso nos lleva a descubrir o enfrentarnos con aspectos tanto nuestros como pertenecientes a nuestra vida y entorno que pueden gustarnos o no. En una sociedad en la que la eficiencia es uno de sus máximos valores, el parar es algo que rompe completamente con lo cotidiano y con lo que nuestras mentes y cuerpos tienen asimilado, por lo que esta incertidumbre, este desconocimiento acerca de cómo “no ser” útil, puede generarnos cierta inseguridad y miedo. Por lo menos en mi caso ha sido así.


Kontaktua ukitu nahian
Autora: Mel Arranz
Medidas: 45x54cm
Técnica mixta

Explicación de la obra por la artista: Azkenaldi honetan ukimenean jartzen ari naiz arreta, lan egiten ari naizen proiektuak horra bideratu bainau. Horren inguruan egin nahi izan dut lan hau baita ere. Horretarako etxeko objektuak erabili nahi izan ditut, konfinamendu-agatik ezer gehiagorik ezin delako erabili. kuxin leun eta iledun bat aukeratu dut, txakur baten irudia daukana. Erakusketa birtual baterako izango denez, kuxina ukitzeko aukera ere birtuala izango da (ukimena fisikoki eta espazioan zehar transmititzeko dispositiborik sortu ezean). Ideia urrunago eramateko, plastiko baten barruan sartu eta hutsean poltsaratu dut. ondorioz, txakurra eta gure gorputzen artean muga fisiko bat sortu dut, gaur egungo pantailek sortzen dutenaren analogoa. horrela, gainera, kuxina guztiz isolatuta geratzen da, plastikoz inguratuta, airerik gabe. ez al du txakurrak airerik behar? Dena den, egungo egoera honetan, txakurrek gizakiak baino eskubide gehiago dituztela dirudi, ironikoki. Isolamendua eta ukimenaren artean harreman estu bat dagoela konturatu naiz. Gero eta isolatuago, gero eta gertuago, gero eta ukituago? Edo plastikoaren eta txakurraren artean airerik ez egon arren, elkar ukitzen al dute? Orokorrean kontaktuari buruz hausnartzeko aitzakia besterik ez da izan lan hau, kontaktuaren esanahiekin jolasteko. Idazteko euskara hizkuntza erabili dut kontaktuaren ideian gehiago sakontzen saiatzeko, isolamenduaren eta ukimenaren arteko erlazioa oinarritzat hartuz, ideia horiek hizkuntzan ere is(o)latzeko. Euskara erabiltzean sortzen diren erlazioek elkarrengandik gerturatzen gaituzte? Edo elkarrengandik aldentzen gaituzte?


Covid mirándote a los ojos y haciendo de espejo de tus miedos, tus sombras, tus dudas…
Autor: Koko Rico
Medidas: 72 X 52 cm
Técnica: Tinta y agua sucia sobre papel contaminado

Presentación de la obra por el artista: Probablemente y visto desde una óptica más amplia el verdadero virus seamos nosotros.
No estaría mal que al vernos cambiemos el rumbo… Entre otras cosas porque no podemos huir de nosotros mismos.


Pair de tennis infectées
Autor: Iñaki Larrimbe
Técnica: impresión digital sobre playeras
Medidas: variables

Presentación de la obra por el artista: La belleza de las recreaciones infográficas del coronavirus, realizas mediante renderizados 3D, han inundado los medios de comunicación durante la actual pandemia. Existe una enorme distancia entre el gris referente inicial fotografiado en fríos laboratarios y sus posteriores interpretaciones visuales. El uso de una estética que raya el pop psicodélico suaviza la letal corporalidad microscópica del virus. No parece que exista una intención, un propósito de estetizar la enfermedad. Quizá de lo que se trate, una vez más, es de realizar imágenes que, bajo el copyright, puedan incorporarse al actual mercado. Como estas playeras tapizadas de varias recreaciones del COVID-19 que, mediante el uso de la apropiación, se nos ofrecen como objeto de consumo para turistas que, paradójicamente, estos días están confinados en sus casas.


ESE
Autor: Fernando Iglesias
Medidas: 90×60 cm.
Técnica: Carboncillo y pintura acrílica sobre cartón.

Presentación de la obra por el artista: En estos días de encierro entre otras muchas cuestiones buscamos certezas y distracción. Parece que la rutina ha hecho que este hombre, Fernando Simón, cuya cara se me antoja extraña, y la televisión se hayan instalado en mi cerebro. Me asaltan de manera recurrente estas imágenes casi fantasmales. ¿Demasiada tele o pantalla?… Puede ser….
Lo de pintar en cajas, aparte de ser un elemento que abunda estos días en mi casa (me estaba cambiando de casa cuando empezó todo esto), me gusta, es como si pintando en cajas pudieras ir más allá de las 4 paredes. Es parecido a pintar en una pared de la calle, quizá por eso no he sabido muy bien donde situar la obra, casi la veo  más apoyada en el suelo contra la pared esperando que alguien la mueva… En fin, la he puesto al lado de la tele que es donde ha aparecido el «muso» en cuestión.


Txantxoak bistan
Autora: Nuria Pérez-Cárcamo
Medidas: 31x41cm / 22x19cm
Técnica: Fotografía / impresión digital en textil.

Presentación de la obra por la artista:
«Give someone a mask and they’ll show you who they are.»
Oscar Wilde
No se confundía Oscar Wilde al decirlo, dale a alguien una máscara y te mostrará quien realmente es. No hay nada como sentirse libre de ser juzgado para que el individuo revele cuál es su verdadera naturaleza. Es este enmascaramiento físico lo que desenmascara y deja en evidencia los intereses y prioridades de cada ser.
Un momento de desorden, quietud y desconcierto que agita la sociedad comúnmente sufrida como normalizada, puede suponer también un desenmascaramiento al observar la fragilidad de la propia vida. Y es por eso que, en esta circunstancia, podemos ser más capaces de observar con claridad las debilidades del capital que se alzan ahora, si cabe, con más fuerza al verse sumido en un seísmo.
Txantxoak bistan pone el punto de mira a una sociedad global subordinada al capital, en la que el lucro económico supera cualquier tipo de interés tercero, evidenciando que permitir la existencia de cualquier vida está directa y proporcionalmente ligado a la cantidad de beneficio económico que pueda generar.


Enemigos invisibles
Autor: Josean Pablos
Medidas: 21×30 montada sobre marco de 32 x 42 cm.
Técnica: agua contaminada por patógenos varios e impresión de tinta sobre acuarela.

Presentación de la obra por el artista: En un mundo apegado a lo matérico, al consumo y posesión de objetos, donde la única realidad «virtual» es la que percibimos cuando nos asomamos a la «nube» de internet (siempre a través de dispositivos objetuales), y donde se encuentran en retroceso las diferentes espiritualidades e ideologías, la actual pandemia de SARS CoVid-19 reactiva en nosotros el miedo atávico a lo invisible.
El virus nos hace percibir que todo lo que tocamos puede estar infectado por un asesino que está segando miles de vidas. Bienvenida, paranoia: todo puede estar tocado por la muerte. Donde antes había un pomo de puerta, un botón de ascensor, un frasco de café en el supermercado, y más aún, un abrazo o un beso, ahora intuimos una presencia microscópica y mortal. Es el triunfo de lo invisible sobre lo matérico.
Según diferentes estudios, los objetos de uso cotidiano de cualquier hogar están colonizados por patógenos potencialmente dañinos y en ocasiones mortales. Los trapos de cocina con más de 24 horas de uso presentan niveles muy altos de bacterias, sobre todo enterobacterias como Escherichia Coli, Staphylococcus Aureus y Listeria. Estas bacterias, así como la Salmonella o el Campylobacter, están también presentes en las pantallas de nuestros smartphones. El cepillo dental puede contener desde el virus de la Gripe o del Herpes Simple hasta Estreptococos o Candida Albicans. Son solo unos ejemplos.
En la zona de Vitoria-Gasteiz en la que vivo, la incidencia del Coronavirus supera la tasa de 1 persona contagiada por cada 100 habitantes. Vivo en un bloque de apartamentos donde residen cerca de 200 personas. Conclusión: es más que probable que el virus esté presente en los botones del ascensor, en las barandillas de las escaleras o en las manillas de las puertas.
Tratándose de una presencia invisible y difícil de detectar, a la vista de que no todos los test que se han puesto a disposición de las autoridades sanitarias cuentan con los mismos niveles de fiabilidad (el primer lote comprado a China, tan solo el 30%), lo más sensato es aventurar que la probabilidad de que el Covid-19 se encuentre en estos objetos sea del 50%, es decir, o está… o no está. Y como ocurre con el gato de Schrödinger, hasta que alguien demuestre su presencia o ausencia con un test que cuente con una fiabilidad del 100%, los botones de mi ascensor están y no están, simultáneamente, infectados con el Coronavirus.
En base a estas premisas, la pieza que propongo se compone de muestras de patógenos invisibles, extendidas sobre una superficie de papel de acuarela, tras haber sido recogidas con un pincel húmedo en el agua de mi paño de cocina, en la pantalla de mi smartphone,  y en los guantes que he utilizado para ir al supermercado. Dado que en todos los casos he utilizado el mismo pincel, la presencia de los diferentes patógenos es variable e indeterminada. Dispongo los nombres de los diferentes microorganismos de manera aleatoria, bajo la suposición de que todos o la mayoría de ellos se encuentran presentes en todas las muestras, o en ninguna, con una probabilidad del 50%. Es decir, o están ahí, o no están, o ambas cosas a la vez.
Por último, decir que, en vista de la alta probabilidad (50%) de que la pieza que propongo para esta muestra sea una bomba biológica, he optado por exponerla en el camarote de mi casa, alejada del alcance de mi familia y del resto de vecinos de mi comunidad, y será destruida una vez finalice el período de confinamiento.


Libertad íntima
Autora: Irene Villalva
Medidas: 75 x 35 cm.
Técnica: Boligráfo Bic

Presentación de la obra por la artista: Es una obra realizada en su totalidad con bolígrafo bic, el soporte es una composición tipo collague de mapas de diferentes partes del mundo, representando así la dimensión global de la situación actual. Además, se ilustra un lugar muy común en nuestras casa: el balcón,  que estos días cobra una especial importancia, convirtiéndose incluso en una «salvación» para muchxs. Para concluir, encontramos a una señora leyendo mientras toma el sol, haciendo de esta manera referencia al título de la obra, como un símbolo de libertad individual e íntima ante un confinamiento colectivo, algo casi revolucionario.


Baraja Covid-19
Autora: Nerea Lekuona
Medidas: 40 piezas de 6 x 9,5 cm – montadas en marco de 70 x 50 cm
Técnica: Dibujo sobre cartoncillo

Presentación de la obra por la artista: Los niños y niñas pueden permitirse y, a su vez, se les debe permitir jugar a todo. Todo lo consideran susceptible de juego, incluida la violencia, la enfermedad y la muerte. De niña he jugado alguna vez a la guerra, me consta que otros niños y niñas han representado funerales y entierros en sus juegos, y todas, alguna vez, hemos jugado a enfermeras y médicos. Ahora de mujer adulta, creo que conservo algo de ese espíritu, la capacidad de seguir explorando la vida a través de la representación o el simulacro. A menudo he realizado como artista objetos e imágenes en los que se fuerza o se desliza, según se mire, el encuentro, la coexistencia de mundos aparentemente muy alejados. Figura retórica denominada oxímoron. La pieza que presento a Confinadxs, vincula como es obvio, enfermedad y juego. O, más exactamente, cuarentena y juego. La baraja, que en sí misma propone evasión, en este caso incluye su contrario, aquello de lo que quizá se pretendía escapar jugando.


Cuarentena
Autor: Jorge Salvador
Medidas: 70 x 50 cm
Técnica: Fotografía

Presentación de la obra por el artista: Actualmente vivimos unos momentos de incertidumbre, inquietantes, de cierto temor en los que nos encontramos toda la sociedad debido a un microorganismo de caracter virulento. En esta pieza se plantean todos los términos citados anteriormente, pero se hace especial alusión precisamente al último, a ese dichoso microorganismo virulento, el coronavirus Covid-19. ¿Cómo algo tan pequeño crea una situación de tan desproporcionada magnitud en la sociedad global?
La obra «Cuarentena» es una muestra de esa desproporción, mediante el juego de escalas. En ella se puede contemplar cómo la situación, los medios y la sociedad están sumamente desproporcionados en todos los aspectos, debido a que no estabamos preparados ante una situación que solo era concebible en el mundo de la novela o el cine. Quizá el pensamiento de incredulidad que se tiene ante unas situaciones totalmente inconcebibles, o a las cuales no les damos cabida en nuestro pensamiento, dado que sobrepasan nuestra capacidad de asimilación.
En esta pieza se puede vislumbrar sorna en la situación plasmada fotográficamente, ya que existe algo de humor, debido a que este tipo de momentos vitales serían totalmente insufribles sin él.


La insoportable gravedad del ser en cuarentena
Autora: Virginia Lekuona
Medidas: aproximadas 30×30 cm
Técnica: Fotografía

Presentación de la obra por la artista: Del latín gravĭtas, la gravedad es una fuerza física que la Tierra ejerce sobre todos los cuerpos hacia su centro. También se trata de la fuerza de atracción de los cuerpos en razón de su masa. Cuando el tiempo se convierte en una masa que no depende de compromisos y actividades en el mundo exterior y nos obliga a quedarnos en casa, empiezo a ver cada rincón como un pequeño “plato” donde servir ricas viandas..  Redescubriendo mi hogar.


La vida se está abriendo paso
Autora: Txaro Arrazola
Medidas: 10 x 10 x 10 cm.
Técnica: Malla plástica reciclada, hoja plástica reciclada y grafito sobre la pared.

Presentación de la obra por la artista: Casi todo lo que compramos hoy viene envuelto en plástico, si lo descartamos de forma incorrecta se transforma en un problema ambiental que atenta contra nuestra salud. Durante estos días estoy guardando todas las mallas de las naranjas, las patatas, etc. para trabajar con ellas. Durante la pandemia todo se ha dado la vuelta y lo que no parecía admirable ni heroico lo es y lo que sí lo parecía ha dejado de serlo. Dentro de la malla hay una hoja verde que desde este punto de vista presenta una forma de corazón: estoy pensando en el personal sanitario, en la vida que se abre paso con o sin los seres humanos. ¿Cuándo vamos a reaccionar?.


(No) es lo que parece.
Autor: Ibon Sáenz de Olazagoitia
Medidas: 20 x 30 cm.
Técnica: Fotografía tratada digitalmente, impresa en inkjet sobre papel glossy de 200 gr. Marco de madera y cristal.

Presentación de la obra por el artista: Existe una fina línea entre lo real y lo posible; entre lo que “es” y lo que parece, y a través de la pantalla, todo es realizable. O casi. 
Ojalá pudiéramos editar la realidad como lo hacemos con sus representaciones; escanear los días, digitalizar los acontecimientos y modelarlos a nuestro antojo, eliminando todo lo tóxico y suplerfluo. No.
En mi práctica diaria, crear es un proceso sin una clara finalidad: mirar, calcular, voltear, recortar, multiplicar, probar; retroceder, rotar, imprimir; mirar de nuevo, duplicar, girar, ampliar; copiar y pegar, acoplar, guardar, cerrar.
En un proceso abierto al accidente más que al azar, esta instalación es un intento de buscar –de entre todas las posibles–, una solución física a algunas de mis especulaciones, espaciales en este caso. Ficción y simulacro.
“Dibujad lo que veis, no lo que creéis que veis, y veréis lo que hay”. (Fito Rodríguez para el catálogo de la exposición “Selected Frames”. Bilbao Arte, Bilbao 2001).
Buscando espacios expositivos, y en su ausencia, imaginándolos. Foto realizada en el garaje de casa, concretamente de la plaza Nº 4. Extrusionada manualmente para ampliar el área aprovechable. En ella se han ubicado dos estructuras de alambre, virtuales. Técnica mixta. Medidas variables. 


DATA-VIRUS [ Eritzi zeuk ! ]
Autor: Natxo Rodríguez Arkaute
Técnica: Collage Vídeo Audio, 3’27’’

Presentación de la obra por el artista: Cada crisis genera un álbum específico propio de imágenes y cada cual, según nuestras circunstancias, guardamos unas y olvidamos otras para construir nuestros recuerdos y estructurar nuestra memoria. En mi caso y con la distancia que me permite el hecho de no haber tenido, afortunadamente hasta este momento, contagios en mi entorno más cercano, las imágenes han venido mediadas casi exclusivamente por pantallas domésticas. En primer lugar, la pantalla de TV, en una intensa espiral de informativos especiales, como intentando en un enésimo último esfuerzo no ser arrinconada por otras pantallas emergentes. Por otro lado, la del ordenador, inevitable lugar para el tele-trabajo en la que muchxs estamos pasando muchas horas obligadxs a profesionalizarnos en lo que parecía que era parte de un futuro más o menos cercano pero que nos ha pasado por encima y, por último la pantalla del móvil, que cada más vez acapara nuestra atención, robándole el protagonismo de la información a la TV y posibilidades conectivas y productivas al ordenador.
Para descansar de tanta pantalla, animado por las infinitas horas del confinamiento, he recurrido a otra pantalla (y van cuatro): la de un monitor de televisión conectado a una Raspberry Pi cargada con un simulador de videojuegos. He recuperado aquellos arcades que me abrieron el mundo del ocio digital, y de lo digital en general, en salas de juego y bares cuando era joven, bastante joven. Los recuerdo bien y estos días he tenido la oportunidad de dedicarles algún tiempo.
Así, entre tanta pantalla y sesiones de Meet, Skype, Collaborate, Jitsi, etc., he estado saltando paradójicamente casi a diario de los fascinantes gráficos digitales realizados a partir de proyecciones algorítmicas, coloridas animaciones basadas en Big Data y multitud de atractivos mapas, quesitos e histogramas resultado de sobrediseñados análisis estadísticos a los estimables gráficos de 8 bits de los míticos Invaders, Galaxian o Pang. Por alguna extraña razón, más allá de su naturaleza digital de ceros y unos, durante este encierro son las imágenes que me han tenido ocupado.

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