La artista gasteiztarra Txaro Arrázola ofrecerá este jueves 8 de marzo una visita comentada a toda persona interesada en conocer de primera mano parte de su proyecto “Aguamaniles”. Arrázola es una creadora que, fundamentalmente, se desenvuelve desde sus inicios profesionales en el medio pictórico. Con “Aguamaniles”, exposición visitable estos días en Zas, nos encontramos con una serie de trabajos que nos invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad actual. Pues la artista trabaja – o milita- en el arte desde una óptica feminista siendo además, valga la redundancia, militante, de “Plataforma A”, un colectivo cuyo objetivo es visibilizar y normalizar el trabajo de las artistas en el sistema del arte. Si nos acercamos a Zas, podemos contemplar obras de gran formato en las que, por ejemplo, aparecen torsos de mujeres bordados con hilo sobre los tradicionales lienzos utilizados habitualmente en el ámbito pictórico. Tela y costura para reivindicar el trabajo ancestral de las mujeres. Trabajo que siempre ha estado desprovisto de reconocimiento social y ha sido históricamente “adscrito al ámbito de lo femenino, lo privado y lo lento”, como declara la autora. Técnicas manuales que no han sido nunca avaladas por el “sello arte” y que por esa razón chocan claramente con los legitimados trabajos que surgen del medio pictórico.
Su trabajo se caracteriza por el compromiso social y desde finales de los 90 por las prácticas artísticas colaborativas. Arrazola declaró en 2005 en la presentación de su exposición «Pinturas sin respuesta» en el Centro Cultural Montehermoso las siguientes palabras, «Me parece que el arte es una plataforma para hacer reflexionar. Yo necesito pintar estas cosas porque me parece frívolo empezar a trabajar en el campo del color, por ejemplo, cuando acabo de ver las imágenes de pobreza o violencia en internet, prensa o televisión, valoro otro tipo de arte, pero no dejo pasar la oportunidad que me da la disciplina artística para pasar sin contar todo esto».
Arrazola a través de su obra es un referente crítico hacia los problemas que se reflejan en el presente que vive la sociedad actual y recibe el reconocimiento de medios informativos españoles como el periódico El País, en donde Jose Luis Merino escribe una crítica hablando de la obra de la artista «Ahí están las chabolas miserables, los inhóspitos campos de refugiados, el hacinamiento de seres que no vemos, pero que nos imaginamos repletos de socavada indigencia, las ruinas que convierten el pasado esplendoroso en presente calcinado y otras historias visuales de lacerada negrura».
La asistencia a la visita comentada es libre hasta completar aforo.