Zas inaugura su quinto gabinete. Una vez más, el objetivo es mapear la creación de nuestro territorio incitándola a trabajar sobre una idea. En esta ocasión, el azar.
«Gabinete Zas» nos retrotrae por quinta ocasión al universo de los gabinetes de objetos curiosos tan en boga en los siglos XV y XVI. Gabinetes que fueron los antecesores directos de lo que hoy llamamos museos, pues en aquellos «cuartos de maravillas» se albergaban los frutos de aquellas épocas de grandes descubrimientos y exploraciones: fósiles, plantas, animales disecados, objetos… y arte. Como en aquellos gabinetes, en los propuestos por Zas el objetivo de clasificar o de filtrar por categorías los trabajos de lxs artistas es inexistente.
El tema: el azar
“Todo cuanto existe es fruto del azar y la necesidad» (Demócrito)
El azar es una medida de nuestro desconocimiento. Por eso, la suerte, el azar es un ingrediente de la ciencia y, obviamente, también del arte. El término » azar» deriva del árabe «az-zahr», que es la flor que aparecía en los dados de la época.
Recordemos ciertas obras de autores de las vanguardias históricas como Tzara, Duchamp, Cage o el FLUXUS, entre otros, caladas de forma consciente de ingredientes como la casualidad, hallazgo fortuito o accidente. Bajo esa óptica podemos recordar algunas de las técnicas utilizadas por los Dadaístas para pergeñar algunos trabajos, como el empleo de “la poesía del sombrero” en la que se extraían palabras de un bombín que se reestructuraban de manera aleatoria para construir una historia fortuita. O las utilizadas profusamente por los surrealistas. Técnicas de creación en los que el juego y el azar jugaban un papel fundamental en el resultado final de las obras, como la escritura automática o el dibujo automático, el “cadáver exquisito”, el “culunge”, la cubomanía, la rafomanía entópica o el “echo poem”. Por no hablar del poeta, artista y viajero Henri Michaux que ya en los años 20 afirmaba no querer reproducir la naturaleza ni la realidad sino experimentar con ella utilizando el azar y la sorpresa. O los famosos trabajos, décadas después, realizados por Pollock a través del empleo del dripping.
También la ciencia más avanzada presenta hoy nuestro universo como fruto de una evolución del azar y de las leyes. Stephen Hawking, por ejemplo, en su libro ‘El Gran Diseño’, plantea que el universo surgiría de las fluctuaciones cuánticas espontáneas de un vacío primordial, en contraposición con la famosa frase de Albert Einstein «Dios no juega a los dados con el universo».
En cualquier caso, el azar forma parte indisoluble del arte y nuestras vidas. Aunque no existe azar sin juegos de riesgo: hay que lanzar los dados aunque éstos puedan salirse fuera del tapete.
Lxs participantes:
Daniel Castillejo, Jose Cos, Leire Baztarrica, Ariadna Chez, Zirika, Josean Pablos, Nuria Pérez-Cárcamo, Nerea Lekuona, David F. Brandon, Arantza Eziolaza Galán, Ana Nieto, Colectivo Redil, Iñaki Larrimbe, Alexandra Liesse, Beatriz Perales, Eloisa Montoya, Roberto Ercilla, Ernesto Iriarte, Dorleta Ortiz de Elguea, Rubén Díaz de Corcuera, Jorge Salvador, Arturo (Fito) Rodriguez, Ibon Saenz de Olazagoitia, Myriam De Miguel, César San Millán, Virginia Lekuona, -Pepo Salazar, Gert Voor Int’Holtm, Salim Malla, Natxo Rodriguez.