
(Marañas de palabras en torno al arte)
La instalación de Alberto Lomas «Concertinas de complejidad» ocupará uno de los escaparates de Zas. El artista construirá en vivo y en directo -este miércoles y jueves 28 de enero- una maraña de palabras que remarca la frontera que ya define el propio escaparate donde se muestra, un lugar entre interior y exterior, público y privado, arte y sociedad. La maraña se conforma como un remedo de concertina. «Soy una persona (artista?) convencida de que muchas de las fronteras entre arte y sociedad se construyen desde el lenguaje (Y sin embargo el arte entre otras muchas cosas es fundamentalmente lenguaje). Un lenguaje que trasciende la literalidad de las palabras, muchas veces viciadas, que se asocian al arte», explica el artista.
La instalación de Alberto Lomas «Concertinas de complejidad» ocupará uno de los escaparates de Zas. El artista construirá en vivo y en directo -este miércoles y jueves 28 de enero- una maraña de palabras que remarca la frontera que ya define el propio escaparate donde se muestra, un lugar entre interior y exterior, público y privado, arte y sociedad. La maraña se conforma como un remedo de concertina. «Soy una persona (artista?) convencida de que muchas de las fronteras entre arte y sociedad se construyen desde el lenguaje (Y sin embargo el arte entre otras muchas cosas es fundamentalmente lenguaje). Un lenguaje que trasciende la literalidad de las palabras, muchas veces viciadas, que se asocian al arte», explica el artista.
Lomas parte de una lista de palabras asociadas al arte o a los artistas que han sido aportadas durante el mes de enero por la ciudadanía. Lugares comunes en muchas ocasiones estereotipados que demasiadas veces funcionan como frontera entre el arte y la sociedad. Sin embargo, la evidencia es que tras recabar -de momento- casi cuatrocientas palabras (y convertir en concertinas más de un centenar de ellas) la diversidad de términos es abrumadora y hay pocas, muy pocas, repeticiones. Se ha dado una pluralidad de modos de abordar la invitación que refleja la complejidad del medio artístico, con personas que han asumido la invitación como una instigación a la performance a otras que los han entendido como un listado rutinario y algún otro reto al que Lomas espera poder dar salida.
La construcción de esas concertinas se realiza a través de una escritura, a partir de impresión 3D manual con filamento proveniente del reciclado del plástico, porque la última frontera es la línea de horizonte. La sujeción de esta maraña tridimensional es resuelta colgando la misma de hilos prácticamente imperceptibles.
Lomas deja abierta la posibilidad de ir modificando la maraña en función de nuevas aportaciones durante el tiempo de exhibición de esta propuesta.