Muestra Tarot Sorat

No una vez, ni dos, sino tres han sido las veces que se ha impreso el tarot “Sorat. El sol negro” del fotógrafo César San Millan. Pero la tercera ha sido la vencida, aunque también en esta última ocasión se tuvo que repetir parte de la edición pues la película plástica sellada que envuelve los mazos de naipes en el proceso de retractilado se quedó adherida a un diez por ciento de los ejemplares

La aventura de este tarot “que se ha resistido a ser impreso”, como señalaba en YouTube una conocida tarotista, arrancaba el mes de octubre pasado cuando se realizó una campaña de captación de fondos a través de una cruzada de micro mecenazgo. Después de dos meses sólo se consiguieron dos terceras partes del dinero necesario para su impresión, por lo que Zas Kultur, la asociación cultural sin ánimo de lucro que ha producido el proyecto, tuvo que aportar 2.200 euros de su propio bolsillo. En el mes de diciembre Sorat se llevó a imprimir a una empresa de Pamplona, pero las cartas quedaron oscuras y poco contrastadas. En febrero se repitió la tirada con una imprenta de Gasteiz, pero en esta ocasión en el proceso de guillotinado las cartas quedaron desencuadradas. Y, por fin, hace unos días, se volvió a imprimir de nuevo con un resultado óptimo que contenta a todas las partes implicadas que han hecho por fin posible este obstinado tarot que no quería ver la luz. Aunque, como en toda obra que se alarga por sufrir percances, los iniciales costes que se habían previsto ahora se han visto duplicados.

El tarot se presenta ahora cuando la exposición “Sorat. El sol negro” que se puso en marcha en Zuloa para su “puesta de largo” ha finalizado hace semanas. Un detalle más que puede hacer volar la imaginación de las personas que creen en lo esotérico. Es por eso (por lo primero que apuntamos, no por lo segundo) que Zas Kultur presenta este jueves esta baraja que sus editores no pueden negar que es “de culto”, contextualizándola con algunas imágenes que pudimos ver en Zuloa. Una pequeña exposición que se abrirá al público a las 19:00 h.

También es posible desde este jueves adquirir la baraja sin salir de la calle Correría: tanto en Zas Kultur como en Zuloa. En total se han editado 300 barajas, de las que se van a poner a la venta 150 -pues el resto ya han sido adquiridas- al precio de 30 euros. Aunque las cuentas no cuadran: aunque se vendan todos los juegos, las pérdidas estimadas actualmente por Zas Kultur en 4.500 euros no van a poder recuperarse. Y eso que tanto los diseñadores, como los editores de este proyecto han tenido que trabajar “por amor al arte”. Eso sí: los comentarios positivos de las que las personas que ya tienen en su poder uno de los ejemplares y que podemos estos días leer en redes sociales  compensan que creces todo el esfuerzo invertido por lo que sus promotores hablan de un “exitoso fracaso”.