Presentación de «[H]AMAR», una instalación sonora de Raúl Lomas y Lur Merino

[H]AMAR de Raúl Lomas y Lur Merino
Del 22 de septiembre al 19 de noviembre
En Zas Kultur (Plaza de San Antón nº 2, Vitoria-Gasteiz)

El jueves 22 de septiembre Zas Kultur (Plaza San Antón nº 2) presenta la instalación sonora [H]AMAR, un proyecto netamente sonoro realizado por Raúl Lomas, actual teclista del conocido grupo musical vasco Doctor Deseo. Un atmosférico trabajo que ha podido ser, más que visto, oído hace unas semanas en la sala de exposiciones de la fundación Vital, junto a otras piezas seleccionadas en el certamen Arte Vital. Es la primera obra de estas características premiada en la historia de dicho concurso. Ahora, el artista nos presenta [H]AMAR, desplegada ex profeso en el ambiente acogedor e íntimo de uno de los cubículos expositivos de Zas Kultur.

Raúl Lomas se autodefine como músico, aunque en su trayectoria artística ha realizado trabajos audiovisuales en los que el sonido convive con la imagen. Pero en esta ocasión se ha centrado en el medio en el que más cómodo se expresa: el sonido.

[H]AMAR no tiene solo padre, sino que también tiene una madre, la pareja de Raúl: Lur Merino. Partiendo de un poema escrito por ella y dirigido hacia él –cuando su relación cumplía diez años (Hamar, en euskera) y ellos se encontraban temporal y espacialmente separados- Lomas pone sonido, música, al texto de Lur que es recitado por ella.  [H]AMAR es, por lo tanto, un diálogo entre amantes (amar) realizado desde el arte que se abre así a los sentidos de los visitantes, convertidos en “voyeurs” de la obra. O, en este caso, en “oyentes”. La música, la voz, ambas en simbiosis con el texto, con su letra, se reproduce en ocho altavoces situados dibujando una circunferencia. El espectador -y también oyente- debe colocarse en su centro, sentado. Pero solo si este cierra en ese momento los ojos, la obra alcanza todo su sentido.

Pero no existe nada que no tenga una impronta visual. La música, la voz, ambas en simbiosis con el texto, con su letra, se reproduce en ocho altavoces situados dibujando una circunferencia. El espectador -y también oyente- debe colocarse en su centro, sentado. Pero solo si este cierra en ese momento los ojos, la obra alcanza todo su sentido.

Dos ingredientes funcionan como hilos conductores de todo el trabajo audiovisual de Raúl Lomas, ambos presentes en [H]AMAR. Dos sólidos hilos. Lomas es plenamente consciente de su existencia y con ellos anuda sus proyectos más experimentales. Por una parte, el círculo: sus obras son circulares. No tienen, por lo tanto, fin. Son un bucle. Como el símbolo del infinito. Lo que no tiene principio ni fin, parece no pertenecer a nuestro mundo. Cuando nos encontramos con esa cinta de Moebius, nos sentimos perdidos. Y disfrutamos con ese sentimiento de deriva, de desorientación, que nos provoca.

Por otra parte, las creaciones de Lomas giran sobre lo mínimo, lo que puede presentársenos en primera instancia como irrelevante, insignificante. En [H]AMAR, toda la obra se levanta sobre un breve poema, un centenar de palabras, algunas de ellas se repiten en estrofas. Sobre ese nimio cimiento oral, brota la música, e ritmo, la canción de amor, la instalación sonora y el público. Para hablarnos del amor, de la separación, la distancia, el tiempo… y las dudas. Lo mínimo, se nos presenta por lo tanto como el Macguffin de Hitchcock: es una excusa argumental para que la trama y los personajes cobren vida y dialoguen con nosotros.